Una definición de Wikipedia dice “los ingenieros
utilizan el conocimiento de la ciencia, la matemática y la experiencia apropiada para encontrar las mejores soluciones a los
problemas.”
Cuando dice la experiencia para encontrar las soluciones a los
problemas, se refiere a un “hombre con ingenio”, y esta definición es la clave
de quien influyó en mi vida para abrazar esta profesión.
Cuando era un niño admiré muy fuertemente a Don Emilio.
Don Emilio era un hombre fuerte, sencillo el que no tenía ningún
problema para resolver cualquier cosa que se le presente.
Era la típica persona en la familia, y en el barrio, que todos
consultaban para hacer o resolver alguna cosa que para la mayoría era
misteriosa o de imposible solución.
Para esas cosas allí estaba él, detrás del mostrador de su ferretería,
asesorando a todos los que venían a consultarlo.
Don Emilio reparaba las planchas eléctricas, aquellas viejas que tenían
la ficha o enchufe atrás del mango y las más modernas con la perilla que
regulaba la
temperatura. En invierno arreglaba las estufas a querosén con
mecha del estilo Bram Metal y las otras, con las velas de cerámica que tenían
un tanque de querosene con una bomba para darle presión.
Don Emilio era capaz de fabricar una llave sencilla y hasta una del tipo
Yale (hoy casi obsoletas) para las cerradura sin las llaves, a los calentadores
Primus les soldaba los tanques, les cambiaba la sordina y el pico. Sabía de
instalaciones eléctricas, de plomería, de carpintería, de mecánica, pintura,
etc., etc., etc.
Recuerdo que hasta un día se animó a desarmar, con don Enrique de la
Vita, el sintonizador de aquellos televisores blanco y negro a válvulas y
encima lo sacaron funcionando.
Para ese niño/adolescente, que era yo en los 60’s, don Emilio no tenía
límites para resolver cualquier cuestión con destreza e “ingenio” y, aunque no
haya estudiado en la facultad de ingeniería y ni siquiera haya ido a la escuela secundaria, su talento era
ilimitado, similar al del mejor de los ingenieros.
Al tiempo de yo estar en la escuela técnica, jamás olvidaré una pregunta
que me hizo un día y que no pude responderle porque estaba recién empezaba y no
lo sabía.
Don Emilio quería saber porque se escuchaba la radio o un televisor en
una habitación con todas las puertas y ventanas cerradas y con los agujeros de
la cerradura tapados.
Yo en ese momento desconocía los principios de la irradiación
electromagnética, cosa que supe años después, pero ya era tarde. Don Emilio ya
no estaba para escucharme.
Todos los días lo extraño y me reprocho no haber podido responderle
aquella pregunta a ese hombre que para mí era como un “Dios sabelotodo”, y
poder devolverle algo de lo mucho que me había transmitido día a día. La vida
me hizo descubrir mas tarde que don Emilio había sido un hombre común que sabía
resolver con ingenio y por necesidad,
aquellos problemas cotidianos que se le cruzaran.
Don Emilio era mi abuelo paterno y fue, sin que él lo supiera nunca el
que me enseñó a resolver las cosas más difíciles en forma simple. Mi abuelo era
un verdadero Ingeniero. Yo tuve la suerte de ir a la universidad y tener un
título porque quería ser como él, quería resolverlo todo…. como mi abuelo.
Paradójicamente don Emilio murió hace ya 40 años, un 16 de Junio de
1972, justo el día en que se festeja el
Día del Ingeniero, y no sé quien puso esa fecha ni exactamente que es lo que
evoca, pero para mí esa fecha evoca la memoria de “mi abuelo Emilio”, que era
un verdadero Ingeniero, aunque él nunca lo supo.
Feliz día para todos los colegas y para aquellos
“hombres de ingenio” sin título que honran la profesión con su
honesto trabajo y su diario tesón de enfrentar las dificultades de la vida,
pero tienen la “experiencia apropiada para encontrar las mejores soluciones
a los problemas” como dice Wikipedia.
En donde estés…..Feliz día del Ingeniero querido abuelo,
gracias por tu ejemplo y te extraño mucho.
Ing. Oscar Nunzio
16 de Junio
de 2012
