miércoles, 5 de junio de 2013

SABER PERDER


“Hay que saber perder: que ganar, cualquiera sabe” escribió en Clarín Eduardo Sacheri un dicho su abuela Nelly.

Porque me duele que nos vayamos a la B?


Las frases que escuché desde chico “Será siempre Independiente el Orgullo Nacional….” ó “….el Rojo lo más grande del fútbol nacional….” cuando en la década del 60 Independiente era protagonista de las Libertadores y de los campeonatos locales.

Independiente era el referente del fútbol argentino a nivel internacional junto con Boca, Racing y Estudiantes. Hasta en la Luna pusieron una placa conmemorativa y Neil Armstrong fue socio honorario del club.

Todavía recuerdo aquella noche del ’65 que vi. a todos los ídolos del Independiente como Santoro, Acevedo, Bernao, Mura, Ferreiro, Pavón, Maldonado, Savoy y no sé cuantos otros, en la fiesta que hicieron en la agencia de autos Avellaneda Automotores el día que esos hombres compraban los Siam Di Tella para usarlos como taxis.

En la escuela con los amigos o en el potrero, cuando decías que eras de Independiente sacabas chapa de ganador.
 

En los 70’s fuimos “el Rey de Copas” y seguíamos atesorando orgullo, prestigio y cierta envidia de “los otros simpatizantes” de Boca, de Racing, de River….en fin de casi todos.

Un día empecé a escuchar que “somos amargos”. Amargos…??. Y me pregunté porque será que nos dicen esto. Ahora, con los años, creo que debe ser porque estábamos acostumbrados a ganar trofeos y eso nos hizo insensibles a los triunfos. Entonces una copa más no nos emocionaba como a los que nunca ganaron nada. Y quizás por eso más que amargos….somos Grandes y no Soberbios.

Tenemos la humildad del que triunfa. Si eso es ser amargo. Soy amargo. Los triunfos no se me suben a la cabeza para verduguear al resto. Los triunfos los disfruto en silencio. Para no joder vio?

Hoy cuando digo que soy de Independiente y la gente agacha la cabeza como diciendo pobre boludo la que le espera, me pasa igual como cuando en los 90’s en los cumpleaños y en las reuniones sociales decía que trabajaba en ATC.

Sentía que mis amigos sentían misericordia por mí porque me querían, pero no entendían porque ese tipo seguía allí en ese “canal perdedor”.

Seguramente los de Racing están exultantes por nuestro presente. Quizás estén reaccionando y disfruten por las veces que ellos estuvieron “en desgracia” e Independiente seguía acumulando jalones.
Quizás porque piensan que nosotros los hemos “gastado” en sus momentos difíciles.

No es mi caso, ya que cuando se fueron a la B o cuando ganábamos un campeonato nunca disfruté su desgracia. Los veía tristes pero no los he cargado, y me alegré el día que volvieron a la A. Pero a quien le importa no?

Por eso, ahora que veo que muchos disfrutan de nuestra desgracia, no voy a guardar sus risas, ni sus afiches con frases irónicas en mi memoria. No tuve ni tendré espíritu de revancha.

Porque nos fuimos a la B pero algún día volveremos a la A.

Porque tal como pasó en mi vida laboral con ATC, un día nos levantamos de la lona, volvimos a ser un canal referente y yo recuperé mi orgullo más allá de la política.

Ya volveremos a estar en la boca del mundo futbolero asombrando por nuestra recuperación. Ya volveremos a darle el prestigio que el fútbol argentino ha perdido, y siempre seguiremos siendo “el Rey de Copas” o “el Orgullo Nacional”, porque eso ya es parte de nuestra historia, de nuestras glorias…Y eso no puede modificarse.

Lo importante es que en alguna etapa de la vida nuestro club fue todo eso, y es la base de partida para seguir sintiendo que Independiente es y será Un Grande, pero Grande de verdad…con todas las letras como lo vivieron nuestros abuelos y nuestros padres.

Ya no estará ni mi viejo saliendo a la puerta a ver como festejaban en el barrio, ni mi mamá haciendo los nudos en el pañuelo o la cruz de sal en el patio. Ni estará el tío Héctor tocando la bocina del Rambler, ni el tío Poli poniendose rojo de alegría, ni mi tía Sarita esperando ansiosa en la casa. No estará mi abuelo Pepe, ni mi primo Claudio. Pero desde donde estén estarán soplando fuerte para que esta tormenta pase pronto.

Aunque ahora nos duela el presente, en el futuro volveremos y seguiremos siendo “el Orgullo Nacional” o al menos “el Orgullo de Avellaneda”. Nosotros tenemos que lograrlo nuevamente. Por la memoria de todos ellos.

Tal como dice Sacheri…”Así como hay malos perdedores hay pésimos ganadores. En el fútbol y fuera del fútbol. Gente desbordada de resentimiento, incapaz de ver lo que hay de sí en los otros.

¿Por qué nos duele? ¿Qué es lo que nos entristece? ¿Qué representa, en nuestra vida, a fin de cuentas, el Club Atlético Independiente? ¿Por qué nos conmueve esa camiseta?

En el fútbol profesional los únicos amateurs somos los hinchas, y algunos dirigentes honestos. ¿Vale la pena sufrir por algo así? Depende. Nosotros no jugamos, aunque sí nos puede tocar perder.

Ni la dignidad, ni la nobleza, ni la tolerancia, ni la fidelidad, ni la entereza, se ejercen en abstracto. Y si el amor por un club de fútbol nos permite plasmar esos valores y edificar esas virtudes, bienvenido sea. Me parece que los símbolos no valen tanto por lo que son, sino por lo que nos permiten ser.

Creo que de eso se trataba lo que la abuelita Nelly trataba de enseñarle a Sacheri. “Hay que saber perder: que ganar, cualquiera sabe”. 

 
Y hoy que se acerca el día del padre quiero de corazón decirle a mis hijos lo que quizás ellos ya saben pero que hoy necesito expresarles.

Que la vida no es un club de fútbol. Que en la vida hay que saber perder: porque ganar, ganar sabe cualquiera.
 

Que hay que pelearla día a día para ser mejor…. para ser feliz…para lograr crecer como personas.

Hoy se puede estar mal, pero de eso se aprende…se madura…se crece. Eso es la vida. Como es Independiente para nuestra familia, “El Orgullo Nacional”.

Felíz Día Viejo...y gracias por el legado que me dejaste.

Oscar Nunzio.
Socio Becado del CAI desde 1962 cuando estaba en Primero Inferior