jueves, 17 de noviembre de 2016

Museo de la Televisión Pública



Pasar por un museo y ser contemporáneo de lo que allí es se exhibe es muy raro para mí, y tiene dos sensaciones. Una la del orgullo de ver los equipos con los que uno trabajó muchos años y contribuyó a su vida útil. La otra es la sensación de la permanente lucha profesional y personal para no sentirse que uno también forma parte de ese museo.

Si se busca por internet la información sobre el Museo de la  TV Pública aparecen definiciones como “Este museo rinde homenaje al Canal 7, el primer canal de televisión que tuvo la Argentina y que fue pionero en tres momentos de su historia: la primera transmisión, la llegada de la televisión a color y la de la televisión digital”, lo cual si bien es estrictamente cierto, no refleja el esfuerzo ni las vivencias de las historias de los que allí se muestra.

El Museo de la Televisión Pública, ubicado en el hall del edificio de Figueroa Alcorta, fue inaugurado en el año 2010 que fue el año del Bicentenario de la Revolución de Mayo, y fue renovado totalmente para los 60 años de la TV Argentina en el 2011, para ser nuevamente modificado en el año 2014.

El Museo en realidad nació mucho tiempo antes, a partir de la inquietud de uno de los técnicos del canal Don Luis Aramburu, al que hoy le rindo homenaje por su trayectoria, que ingresó al canal en el año 1961 y guardó gran parte del material de la primera época del canal y lo empezó a poner en exhibición a instancias de los que lo alentaron para hacerlo.

Posteriormente otro grupo de trabajadores del canal tomó la posta y, a medida que el equipamiento se reemplazaba para darle paso a las nuevas tecnologías, decidieron preservar y guardar lo que se iba retirando, para ponerlo en algún lugar donde puedan ser apreciados tanto por los trabajadores del canal, como por los visitantes que recorren sus pasillos.

La primera etapa  del museo fue un poco desordenada, poniendo los equipos en exhibición con una descripción básica y sin un concepto de darle a la muestra una continuidad histórica. Posteriormente las autoridades de aquellos años apoyaron la idea de armar un museo más ordenado y coherente, dando origen al Museo de la TV Pública que se abrió al público en noviembre del 2010, siendo el primero de la televisión argentina que participó en la “Noche de los Museos” habiendo recibido miles visitantes.

En el año 2011 cuando el Canal 7 (hoy TV Pública Argentina) cumplía sus 60 años de vida, se pensó que era el momento apropiado para la presentación de una nueva versión del Museo, recordando las seis décadas de programación, de tecnología, de los logos institucionales y de las historias de vida de aquellos trabajadores que fueron los pioneros de nuestra televisión.

Exhibiéndose invalorables piezas tecnológicas que componen su recorrido mostrando también algo de la historia política Argentina de los últimos 60 años, y los principales programas y personajes que pasaron por su pantalla. 

Esa exhibición incluyó también material audiovisual de gran valor histórico, con testimonios de trabajadores que fueron protagonistas de los momentos más significativos en el Canal. Una de las piezas más destacada del Museo es la cámara Dumont con la que se realizó la primera transmisión en la Argentina en 1951.

El vínculo entre los comienzos de la televisión con los gobiernos de aquella época, pasando por distintas etapas de nuestra televisión estatal, vemos que se puede trazar una línea paralela entre las políticas de estado y el devenir espasmódico del canal a lo largo de las últimas seis décadas.

Nuestro querido museo muestra la evolución artística y tecnológica que va del blanco y negro, pasando por la etapa del color y la actual con la TV Digital en HD exhibiendo cámaras, micrófonos, luces, consolas, grabadores, etc. que forman parte hoy del patrimonio más tangible de nuestra historia, lo cual es de un valor incalculable para los que los han vivido y lo recorren con nostalgia, como para las nuevas generaciones que nacieron con el teléfono móvil y ven en esto una forma de enlazar el pasado con el presente.

Hay tres hitos en la historia de la televisión reflejados en el Museo. 
El año del nacimiento de la televisión, representado por la primera cámara en blanco y negro que Jaime Yankelevich trajo de los Estados Unidos. La aparición de la televisión en colores con representado por las cámaras Bosch y parte del equipamiento que se compraron para  el Mundial 78. Culminando con la aparición de la TV Digital en HD, plasmada con las imágenes de los eventos más significativos de esa época reciente.

Se expone allí también el acta de la primera trasmisión de televisión en Argentina, firmada por el Ingeniero Alejandro Spataro, correspondiente a la fecha del discurso de Eva Perón el 17 de octubre de 1951 en la Plaza de Mayo, considerado luego este día como la fecha inaugural de la televisión argentina, si bien las emisiones regulares de LR3TV comenzaron el 4 de noviembre del mismo año, tal como está escrito en el Acta inaugural.

Como ya dijimos, el Museo ha pasado por diferentes etapas, desde la presentación desordenada de los equipos, pasando por la instalación de vitrinas que protegían las piezas de alto valor histórico y técnico, para luego transformarse en una paseo audiovisual con los contenidos de cada una de sus épocas, que desplazaron a muchas de las vitrinas, a los equipos y a las historias de vida a un segundo plano.

Seguramente habrá nuevas modificaciones sobre la organización del Museo, quizás se eliminen los videos que tengan que ver con políticas partidarias, y quizás se cambie la orientación de como mostrar los viejos equipos y su historia. 

Quizás habrá tantas versiones como administraciones, pero lo que nunca debería perderse es la esencia para lo cual se fundó, que no era otra cosa que, como dice en Wikipedia  “Este museo rinde homenaje al Canal 7, el primer canal de televisión que tuvo la Argentina y que fue pionero en tres momentos de su historia: la primera transmisión en blanco y negro, la llegada de la televisión a color y la inauguración de la televisión digital”…
A lo que yo agregaría…”como así también un homenaje a los que con su esfuerzo y desde el anonimato, mantienen encendida la llama del Canal Público, y que seguirán trabajando para que sea un orgullo para nuestra televisión y para   todos los argentinos”.

Buenos Aires, Noviembre de 2016 



Mi historia con el mueso
Para terminar y debo confesar no sin cierta vergüenza por ser autorreferencial, que me tocó en suerte participar de la supervivencia de muchos de los equipos que hoy están en el Museo. Particularmente tengo una relación muy particular con las cámaras Bosch por haber contribuido por muchos años al mantenimiento de ellas, cuya vida útil ya es un record, porque no hay en la historia una cámara de TV en el mundo que haya estado operando tanto tiempo (28 años).
Las Cámaras Bosch KCK40 y sus compañeras portables las KCK-R fueron, entre otras, las cámaras del mundial 78 y luego fueron las de ATC.  Ellas fueron testigos silenciosas captando varias etapas de la historia de nuestro país, desde sus épocas más oscuras hasta las más gloriosas, pasando por etapas de nuestra historia interna donde se jugaba la supervivencia del Canal 7 y de la televisión estatal tal como lo conocemos.
Tuve el extraño privilegio de verlas llegar e instalar en el canal en al año 1978, darles vida por mucho tiempo y verlas pasar a retiro en el año 2006, lo cual no es ninguna virtud, pero marcó mi vida profesional para siempre.
Hoy las veo ya aparentemente sin vida en el Museo de la TV Pública y debo confesar que paso por al lado de ellas con nostalgia, las miro y como yo sé que aun están vivas, en mí recuerdo y el de muchos compañeros que trabajaron con ellas, de vez en cuando les levanto sus tapas para que revivan, las acaricio y les digo muy bajito para que nadie me escuche, “gracias por ser mis amigas, todavía sigo por acá para cuidarlas, admirarlas y agradecerles por todo lo que me dieron tanto a mí, como a la televisión argentina”.