Pasar por un
museo y ser contemporáneo de lo que allí es se exhibe es muy raro para mí, y
tiene dos sensaciones. Una la del orgullo de ver los equipos con los que uno
trabajó muchos años y contribuyó a su vida útil. La otra es la sensación de la
permanente lucha profesional y personal para no sentirse que uno también forma
parte de ese museo.
Si se
busca por internet la información sobre el Museo de la TV Pública aparecen definiciones como “Este museo rinde homenaje al
Canal 7, el primer canal de televisión que tuvo la Argentina y que fue pionero
en tres momentos de su historia: la primera transmisión, la llegada de la
televisión a color y la de la televisión digital”, lo cual si bien es
estrictamente cierto, no refleja el esfuerzo ni las vivencias de las historias
de los que allí se muestra.
El Museo de la Televisión Pública, ubicado en el hall del edificio
de Figueroa Alcorta, fue inaugurado en el año 2010 que fue el año del
Bicentenario de la Revolución de Mayo, y fue renovado totalmente para los 60
años de la TV Argentina en el 2011, para ser nuevamente modificado en el año
2014.
El Museo en
realidad nació mucho tiempo antes, a partir de la inquietud de uno de los
técnicos del canal Don Luis Aramburu, al que hoy le rindo homenaje por su
trayectoria, que ingresó al canal en el año 1961 y guardó gran parte del material
de la primera época del canal y lo empezó a poner en exhibición a instancias de
los que lo alentaron para hacerlo.
Posteriormente
otro grupo de trabajadores del canal tomó la posta y, a medida que el
equipamiento se reemplazaba para darle paso a las nuevas tecnologías, decidieron
preservar y guardar lo que se iba retirando, para ponerlo en algún lugar donde
puedan ser apreciados tanto por los trabajadores del canal, como por los
visitantes que recorren sus pasillos.
La primera
etapa del museo fue un poco desordenada,
poniendo los equipos en exhibición con una descripción básica y sin un concepto
de darle a la muestra una continuidad histórica. Posteriormente las autoridades
de aquellos años apoyaron la idea de armar un museo más ordenado y coherente,
dando origen al Museo de la TV Pública que se abrió al público en noviembre del
2010, siendo el primero de la televisión argentina que participó en la “Noche de los Museos” habiendo recibido miles visitantes.
En el año
2011 cuando el Canal 7 (hoy TV Pública Argentina) cumplía sus 60 años de vida, se
pensó que era el momento apropiado para la presentación de una nueva versión del
Museo, recordando las seis décadas de programación, de tecnología, de los logos
institucionales y de las historias de vida de aquellos trabajadores que fueron
los pioneros de nuestra televisión.
Exhibiéndose
invalorables piezas tecnológicas que componen su recorrido mostrando también algo
de la historia política Argentina de los últimos 60 años, y los principales
programas y personajes que pasaron por su pantalla.
Esa exhibición incluyó también material audiovisual de gran valor
histórico, con testimonios de trabajadores que fueron protagonistas de los
momentos más significativos en el Canal. Una de las piezas más destacada del
Museo es la cámara Dumont con la que se realizó la primera transmisión en la
Argentina en 1951.
El vínculo
entre los comienzos de la televisión con los gobiernos de aquella época,
pasando por distintas etapas de nuestra televisión estatal, vemos que se puede
trazar una línea paralela entre las políticas de estado y el devenir espasmódico
del canal a lo largo de las últimas seis décadas.
Nuestro querido
museo muestra la evolución artística y tecnológica que va del blanco y negro,
pasando por la etapa del color y la actual con la TV Digital en HD exhibiendo cámaras,
micrófonos, luces, consolas, grabadores, etc. que forman parte hoy del
patrimonio más tangible de nuestra historia, lo cual es de un valor
incalculable para los que los han vivido y lo recorren con nostalgia, como para
las nuevas generaciones que nacieron con el teléfono móvil y ven en esto una
forma de enlazar el pasado con el presente.
Hay tres
hitos en la historia de la televisión reflejados en el Museo.
El año del
nacimiento de la televisión, representado por la primera cámara en blanco y negro que Jaime Yankelevich trajo de
los Estados Unidos. La aparición de la televisión en colores con representado
por las cámaras Bosch y parte del equipamiento que se compraron para el Mundial 78. Culminando con la aparición de
la TV Digital en HD, plasmada con las imágenes de los eventos más
significativos de esa época reciente.
Se expone
allí también el acta de
la primera trasmisión de televisión en Argentina, firmada por el Ingeniero
Alejandro Spataro, correspondiente a la fecha del discurso de Eva Perón el 17 de octubre de 1951 en la
Plaza de Mayo, considerado luego este día como la fecha inaugural de la
televisión argentina, si bien las emisiones regulares de LR3TV comenzaron el 4
de noviembre del mismo año, tal como está escrito en el Acta inaugural.
Como ya
dijimos, el Museo ha pasado por diferentes etapas, desde la presentación desordenada
de los equipos, pasando por la instalación de vitrinas que protegían las piezas
de alto valor histórico y técnico, para luego transformarse en una paseo
audiovisual con los contenidos de cada una de sus épocas, que desplazaron a muchas
de las vitrinas, a los equipos y a las historias de vida a un segundo plano.
Seguramente
habrá nuevas modificaciones sobre la organización del Museo, quizás se eliminen
los videos que tengan que ver con políticas partidarias, y quizás se cambie la
orientación de como mostrar los viejos equipos y su historia.
Quizás habrá
tantas versiones como administraciones, pero lo que nunca debería perderse es
la esencia para lo cual se fundó, que no era otra cosa que, como dice en Wikipedia “Este
museo rinde homenaje al Canal 7, el primer canal de televisión que tuvo la
Argentina y que fue pionero en tres momentos de su historia: la primera
transmisión en blanco y negro, la llegada de la televisión a color y la inauguración
de la televisión digital”…
A lo que yo
agregaría…”como así también un homenaje a los que con su esfuerzo y desde el
anonimato, mantienen encendida la llama del Canal Público, y que seguirán
trabajando para que sea un orgullo para nuestra televisión y para todos los argentinos”.
Buenos
Aires, Noviembre de 2016
Mi historia con el mueso
Para terminar y debo confesar no
sin cierta vergüenza por ser autorreferencial, que me tocó en suerte participar
de la supervivencia de muchos de los equipos que hoy están en el Museo. Particularmente
tengo una relación muy particular con las cámaras Bosch por haber contribuido por
muchos años al mantenimiento de ellas, cuya vida útil ya es un record, porque
no hay en la historia una cámara de TV en el mundo que haya estado operando tanto
tiempo (28 años).
Las Cámaras Bosch KCK40 y sus
compañeras portables las KCK-R fueron, entre otras, las cámaras del mundial 78 y
luego fueron las de ATC. Ellas fueron
testigos silenciosas captando varias etapas de la historia de nuestro país, desde
sus épocas más oscuras hasta las más gloriosas, pasando por etapas de nuestra
historia interna donde se jugaba la supervivencia del Canal 7 y de la
televisión estatal tal como lo conocemos.
Tuve el extraño privilegio de
verlas llegar e instalar en el canal en al año 1978, darles vida por mucho
tiempo y verlas pasar a retiro en el año 2006, lo cual no es ninguna virtud,
pero marcó mi vida profesional para siempre.
Hoy las veo ya aparentemente sin
vida en el Museo de la TV Pública y debo confesar que paso por al lado de ellas
con nostalgia, las miro y como yo sé que aun están vivas, en mí recuerdo y el
de muchos compañeros que trabajaron con ellas, de vez en cuando les levanto sus
tapas para que revivan, las acaricio y les digo muy bajito para que nadie me
escuche, “gracias por ser mis amigas, todavía sigo por acá para cuidarlas,
admirarlas y agradecerles por todo lo que me dieron tanto a mí, como a la televisión
argentina”.