Buenos Aires, 29 de Agosto de 2011
Sr. Nicolás Mancera
S/D
Querido Nicolás,
Primeramente deseo expresarte mis felicitaciones y admiración por los inolvidables Sábados Circulares, los que al volverlos a ver toman una mayor dimensión que la que registraba mi memoria. Me gustaría contarte una historia de vida que espero tengas la paciencia de leer hasta el final.
Trabajé en Proartel durante 1977 y actualmente estoy trabajando en la Gerencia Técnica del Canal 7 de Buenos Aires. Mi oficina queda a pocos metros de la que tenía Carmelo Santiago, a quien cuando veía todos los días irremediablemente me remontaba a mis recuerdos a fines de los 60’s que creo es cuando comienza esta historia.
En aquella época fui unos de los cientos de miles (o millones) de espectadores que esperaban el sábado a las 14 Hs. para ver tu programa y fui testigo del debut de los cantantes que luego fueron grandes estrellas y que actualmente sigo escuchando como Aznavour, Serrat, Sandro, Palito, Raphael, etc, etc, etc.
Tuve el honor de verte sábado a sábado reportear a cientos de personalidades en varios idiomas, aprender muchas cosas de la TV al verte ponerle mucha fuerza o polenta a tus mensajes, al ver la impecable ejecución de la orquesta en vivo de Buby Lavecchia, verte ser el creador de tantos segmentos y verte adorar y besar a las cámaras General Electric el día que terminabas un ciclo, me generaba una profunda emoción y admiración. La misma que sentía al ver dirigir a Carmelo, haciendo tomas inéditas como la del espejo en la parrilla, el traveling por detrás de los cantantes, la cámara a ras del piso, y otras docenas de cosas que aprendí de ustedes.
Creo que allí comenzó a gestarse mi pasión por la televisión, lo que me llevó a poder participar de espectador en el Estudio A de Canal 13 cuando Alberto Cortéz cantó vestido de soldado sentado en el pedestal Houston Fearless de la cámara 2 y luego, a hacer largas colas sobre la calle San Juan el sábado a las 4 de la mañana por una entrada para ver al Joan Manuel Serrat, la cual nunca pude conseguir porque siempre se acababan un rato antes que me tocara llegar a la ventanilla.
Mi obsesión por la TV llegó a tal nivel que en el año 1977 a los 22 años de edad, siendo estudiante de ingeniería, fui a pedir trabajo a la puerta de Proartel.
Después de un par de meses de llamar por teléfono a Hugo Lenti y Rodolfo Stoessel y dar los exámenes de ingreso pude entrar en el área técnica de Proartel (tocaba el cielo con las manos) y allí comenzó mi carrera en este maravilloso medio.
De allí pasé a trabajar en 1978 en A78TV para la transmisión del mundial de fútbol, en donde en 1979 tuve la oportunidad de conocerte cuando venías a grabar en color en los móviles usando por primera vez el chroma key.
Bueno Querido Pipo (permitime que te llame así) quería contarte esta simple historia porque vos tenés un papel muy importante en ella.
Te mando un abrazo enorme, un gran saludo, mis respetos, mi recuerdo y la permanente gratitud por tu pasión por la TV que me has transmitido desde la pantalla y seguramente nos llevaremos ambos hasta el fin de nuestros días.
Esperaba verte algún día con la ilusión de poder conocerte personalmente y darte un abrazo. Lamentablemente no pudo ser, pero seguramente nos veremos en otra dimensión.
Con el cariño y admiración de siempre...
Oscar Nunzio
PD: Mi hijo mayor se llama Nicolás. “Cualquier coincidencia no es de casualidad.”
HASTA SIEMPRE MAESTRO !!!!
Sr. Nicolás Mancera
S/D
Querido Nicolás,
Primeramente deseo expresarte mis felicitaciones y admiración por los inolvidables Sábados Circulares, los que al volverlos a ver toman una mayor dimensión que la que registraba mi memoria. Me gustaría contarte una historia de vida que espero tengas la paciencia de leer hasta el final.
Trabajé en Proartel durante 1977 y actualmente estoy trabajando en la Gerencia Técnica del Canal 7 de Buenos Aires. Mi oficina queda a pocos metros de la que tenía Carmelo Santiago, a quien cuando veía todos los días irremediablemente me remontaba a mis recuerdos a fines de los 60’s que creo es cuando comienza esta historia.
En aquella época fui unos de los cientos de miles (o millones) de espectadores que esperaban el sábado a las 14 Hs. para ver tu programa y fui testigo del debut de los cantantes que luego fueron grandes estrellas y que actualmente sigo escuchando como Aznavour, Serrat, Sandro, Palito, Raphael, etc, etc, etc.
Tuve el honor de verte sábado a sábado reportear a cientos de personalidades en varios idiomas, aprender muchas cosas de la TV al verte ponerle mucha fuerza o polenta a tus mensajes, al ver la impecable ejecución de la orquesta en vivo de Buby Lavecchia, verte ser el creador de tantos segmentos y verte adorar y besar a las cámaras General Electric el día que terminabas un ciclo, me generaba una profunda emoción y admiración. La misma que sentía al ver dirigir a Carmelo, haciendo tomas inéditas como la del espejo en la parrilla, el traveling por detrás de los cantantes, la cámara a ras del piso, y otras docenas de cosas que aprendí de ustedes.
Creo que allí comenzó a gestarse mi pasión por la televisión, lo que me llevó a poder participar de espectador en el Estudio A de Canal 13 cuando Alberto Cortéz cantó vestido de soldado sentado en el pedestal Houston Fearless de la cámara 2 y luego, a hacer largas colas sobre la calle San Juan el sábado a las 4 de la mañana por una entrada para ver al Joan Manuel Serrat, la cual nunca pude conseguir porque siempre se acababan un rato antes que me tocara llegar a la ventanilla.
Mi obsesión por la TV llegó a tal nivel que en el año 1977 a los 22 años de edad, siendo estudiante de ingeniería, fui a pedir trabajo a la puerta de Proartel.
Después de un par de meses de llamar por teléfono a Hugo Lenti y Rodolfo Stoessel y dar los exámenes de ingreso pude entrar en el área técnica de Proartel (tocaba el cielo con las manos) y allí comenzó mi carrera en este maravilloso medio.
De allí pasé a trabajar en 1978 en A78TV para la transmisión del mundial de fútbol, en donde en 1979 tuve la oportunidad de conocerte cuando venías a grabar en color en los móviles usando por primera vez el chroma key.
Bueno Querido Pipo (permitime que te llame así) quería contarte esta simple historia porque vos tenés un papel muy importante en ella.
Te mando un abrazo enorme, un gran saludo, mis respetos, mi recuerdo y la permanente gratitud por tu pasión por la TV que me has transmitido desde la pantalla y seguramente nos llevaremos ambos hasta el fin de nuestros días.
Esperaba verte algún día con la ilusión de poder conocerte personalmente y darte un abrazo. Lamentablemente no pudo ser, pero seguramente nos veremos en otra dimensión.
Con el cariño y admiración de siempre...
Oscar Nunzio
PD: Mi hijo mayor se llama Nicolás. “Cualquier coincidencia no es de casualidad.”
HASTA SIEMPRE MAESTRO !!!!
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